Se trata de un libro de relatos breves, con un prólogo en el que el autor se justifica a sí mismo y su obra, con treinta y una narraciones de entre una y cinco páginas cada una, y un epílogo con reflexiones. Cada historia se convierte, en su mayoría, una píldora autobiográfica, un anecdotario diverso donde la vida diaria tiene un especial protagonismo.
Muchos relatos son recursos narrativos, divertimentos para afilar la pluma a partir de una idea, a veces de una palabra, con los que ensaya diversos géneros literarios. El autor reúne así su afección a la montaña ya la escritura, y las transmite al lector de una forma sencilla y directa.
Es un libro de lectura fácil, que se ajusta a cualquier tiempo libre para migrado que sea, una pequeña obra muy apta para aprovechar bien pequeñas rendijas del quehacer diario.