Se trata de una novela ambientada en Barcelona en los años cuarenta del siglo XX, en plena posguerra. Uno de los protagonistas es de Teruel y el otro de Andalucía. Las descripciones de las dos ciudades y de esa sociedad bajo el régimen franquista, inmersa en la autarquía, el caciquismo, la miseria generalizada y el estraperlo, son detalladas y fieles a la realidad histórica.
La obra se estructura en torno a un prólogo en el que el autor justifica la narración, 29 capítulos precedidos cada uno de un proemio que sitúa la acción y un epílogo de clausura. La brevedad de los capítulos da agilidad a la trama y no realiza concesiones superfluas.
Martín es un buen hombre dedicado a hacer de albañilería, que encuentra la estabilidad económica entrando en la Policía Armada. Ceferino es un alma y un delincuente desde la infancia que huye a Barcelona. Sus vidas se cruzan hasta el desenlace. Martín vuelve a Teruel, envejece y sus recuerdos son el argumento del relato.
La novela es ligera, fácil de leer, logra la finalidad de entretener al lector y aporta una interesante referencia al mercado negro de la penicilina.