Un certificado emitido por las autoridades competentes del último país donde has trabajado, que garantice que estás legalmente titulado para la práctica de la medicina y que no estás inhabilitado ni suspendido para el ejercicio de la profesión de medico. Este certificado tiene tres meses de validez desde su expedición, y de ser emitido por un país comunitario, no hace falta que sea apostillado.