Este libro es la recopilación de unos poemas escritos durante el confinamiento obligado y decretado para combatir la pandemia del COVID-19. El autor, convencido del valor terapéutico de la poesía, se plantea un reto: escribir un poema diario que enviando a sus amigos y publicando en las redes sociales. Una forma de hacer compañía en un tiempo de incertidumbre y de temor.
El florilegio se compone de poemas variados en la forma y el fondo. Tratan temas como la vida, la enfermedad y la muerte, pero también la ternura, la sensualidad y el amor. También encuentran espacio las reivindicaciones y la ironía. La diversidad refleja los diversos estados anímicos del autor a lo largo de la reclusión.
El libro, una pequeña obra de arte de formato actualmente bastante insólito, se ha enriquecido con ilustraciones originales de artistas que se han sumado al proyecto. Entre todos han conseguido transformar un proyecto de soledad y aislamiento en una obra colectiva.
El lector tiene en sus manos un poemario diferente, el testimonio lírico de lo que ha sido el período de confinamiento en el hogar y de los sentimientos que ha desvelado. Esta no es sólo una obra recomendable, sino también casi de referencia por su significado e intención.