La obra se plantea a partir de un personaje imaginario pero alter ego del autor, que puede vivir dos realidades distintas; una lo conecta con la propia biografía y la otra tiene la peculiaridad de contactar con personajes que forman parte de épocas y lugares muy diversos. A pesar de la definición de ambos, la trama derivada resulta compleja y nos aboca a universos sorprendentes.
La trama se divide en dos partes: “Crónicas del más allá” y “Crónicas de Jofre”. La primera nos lleva a cinco capítulos, que dedica a Clavijo (siglo IX), Cádiz (año 1805), Purgatorio, Cambray (año 1918) y Rusia (febrero y octubre de 1917). La segunda consta de cinco capítulos que nos llevan a tiempos más recientes, de los años sesenta a los ochenta del siglo pasado, entre la dictadura y el golpe de estado.
La gran variedad de escenarios y relatos dan al texto un ritmo trepidante que caracterizan a un autor con erudición e imaginación; tal vez hubiera necesitado muchas páginas más para desplegar todas las subtramas.
Al final de la obra, el escritor se explica a sí mismo y justifica el libro que nos ofrece.