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El Grupo Colaborativo Multidisciplinar para el Seguimiento Científico de la COVID-19 (GCMSC) ha hecho público un comunicado sobre la vigilancia en Cataluña del virus de la gripe aviar H5N1, que ya ha logrado infectar a más de 50 especies de mamíferos. El GCMSC está impulsado por el Colegio de Médicos de Barcelona (CoMB), el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y con la colaboración de la Asociación Catalana de Entidades de Investigación (ACER), tres instituciones complementarias en la investigación sobre la salud y su traslación social.
Cinco años después del inicio de la pandemia de COVID-19, sus consecuencias se siguen sintiendo: más de 7 millones de muertes reportadas (aunque la cifra real podría superar los 20 millones), varios millones de personas sufriendo de síntomas persistentes, y pérdidas económicas por un valor estimado de 16 billones de dólares, empujando a 130 millones de personas a la pobreza.
Es difícil predecir cómo y cuándo podría sugir una nueva amenaza pandémica, pero está claro que debemos mantener la vigilancia sobre distintos virus capaces de generar una crisis global. Uno de los que más preocupa en la actualidad es el virus de gripe aviar H5N1, que ya ha logrado infectar a más de 50 especies de mamíferos.
Los virus de la gripe. Una gran familia con múltiples caras
Para invadir las células y propagarse, el virus de la gripe utiliza dos proteínas clave: la hemaglutinina (H), que le permite unirse a las células, y la neuraminidasa (N), que facilita su salida para seguir infectando nuevas células.
La forma y estructura de estas proteínas determinan qué especies puede infectar el virus. Por ejemplo, algunos tipos de hemaglutinina se unen mejor a las células de las aves, mientras que otros se adaptan a las de humanos o cerdos. Cuando el virus sufre mutaciones o se combinan genes de diferentes virus de la gripe- algo que puede ocurrir, por ejemplo, en un cerdo infectado con un virus aviar y uno humano-, puede surgir una nueva variante del virus aviar capaz de infectar a personas.
Por su gran importancia, la hemaglutinina y la neuroaminidasa son el blanco principal de las vacunas contra la gripe. El sistema inmunológico aprende a reconocerlas, especialmente la hemaglutinina, y, si detecta al virus en el futuro, puede reaccionar rápidamente para neutralizarlo. El problema es que estas proteínas cambian con frecuencia, ya sea por mutaciones pequeñas (lo que se llama "deriva antigénica") o por combinaciones mayores ("cambio antigénico"). Por eso, las vacunas deben actualizarse cada año para seguir siendo efectivas.
El virus H5 N1, altamente patogénico
Entre los distintos virus de la gripe aviar que actualmente circulan, preocupa particularmente el denominado H5N1. Este virus ha generado una situación especialmente ente alarmante en Estados Unidos, donde lleva más de un año propagándose activamente entre aves de corral y ganado lechero. Según datos del CDC hasta el 8 de abril de 2025, se han detectado mas de 12.000 casos en aves silvestres en 52 estados, cerca de 1.000 rebaños infectados en 17 estados, 70 casos humanos tras exposición a animales infectados, y una muerte. Desafortunadamente, debido a recientes cambios en los sistemas de información de este país, no está claro si se mantendrá el flujo de información al respecto.
Hasta el momento, no se ha documentado ningún caso de transmisión entre personas. Sin embargo, la circulación sostenida del virus H5N1 en otros mamíferos aumenta el riesgo de que esto pueda ocurrir en el futuro.
¿Cómo se puede transmitir la gripe aviar a los humanos?
Principalmente de dos maneras:
En Europa, cuando se identifica una infección en animales de granja, estos son inmediatamente sacrificados para evitar la propagación del virus. Aún así, es esencial mantener buenas prácticas de manipulación de alimentos y la cocción completa de los mismos.
Es importante que toda persona expuesta a animales potencialmente infectados tenga acceso a medidas de protección y monitorización.
Europa: sin casos en ganado
En Europa, la situación actual de la gripe aviar (H5N1) es mucho más tranquila en comparación con los años 2021 y 2022, cuando se reportaron casi 3.900 detecciones en aves silvestres y más de 2.800 casos en aves de corral. Según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), desde septiembre de 2024 se han identificado alrededor de 850 casos en aves silvestres y 480 en aves domésticas, concentrados principalmente en Europa central.
Todas las muestras de H5N1 detectadas en Europa pertenecen al clado 2.3.4.4b, que circula a nivel global con diferentes variantes genéticas. Hasta ahora no se ha detectado en Europa el genotipo B3.13, que es el que está afectando al ganado lechero en EEUU. Como medida preventiva, países como Italia y Alemania han realizado campañas de cribado en ganado vacuno, sin que se haya identficado ningún caso positivo. Cabe destacar que el Reino Unido informó recientemente la presencia de H5N1 en la leche de una oveja en una granja donde había aves domésticas infectadas.
En 2024, la ECDC y la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) comenzaron a recopilar datos desde una perspectiva de “Una sola salud” (One Health), un enfoque que busca integrar datos humanos, animales y ambientales para una vigilancia más eficaz. A partir de 2025, se recomienda a todos los Estados miembros adoptar el nuevo formato estandarizado para la presentación de datos de vigilancia de la gripe aviar, incluyendo las investigaciones en mamíferos.
Además, se han incorporado nuevos puntos de vigilancia activa de H5N1 en aves silvestres, ubicados en zonas clave como el golfo de Finlandia (Estonia, Finlandia), el mar Báltico meridional (Letonia, Lituania, Polonia, Suecia), el mar Negro oriental (Georgia), la región del Lago de Constanza (Austria, Alemania, Suiza), el Véneto (Italia), la Camarga (Francia), y el golfo de Cádiz (España).
Cataluña: tranquila pero alerta
En Cataluña, de las 1.000 muestras de aves silvestres recogidas en 2024, solo seis fueron positivas para gripe aviar. De estas, solo una correspondía al subtipo H5N1 altamente patógeno (HPAI), detectado en una gaviota. Además, no se han registrado casos en granjas avícolas en los últimos dos años.
Tres organismos se encargan de vigilar la presencia del virus en Cataluña. El IRTA-CReSA (Centre de Recerca en Sanitat Animal) realiza vigilancia pasiva, analizando muestras de aves silvestres (y ocasionalmente de mamíferos) que se encuentran muertas o con signos clínicos compatibles. El CESAC (Centre de Sanitat Avícola de Catalunya i Aragó) lleva a cabo una vigilancia activa en granjas avícolas, especialmente cuando se detecta algún caso cercano en aves silvestres. Por su parte, el departamento de microbiología de la Universidad de Barcelona analiza aguas residuales del área metropolitana para detectar la presencia virus relevantes para la salud pública, incluyendo el H5N1.
Actualmente, no se está buscando activamente la presencia del virus en ganado, ya que su circulación entre aves es muy baja. No obstante, se contempla activar protocolos de cribado en ganado si la circulación en aves aumentara de manera significativa.
Algunas recomendaciones
Por el momento, la situación de gripe aviar en Cataluña es tranquila: en lo que va del año se han detectado muy pocos casos en aves silvestres y ninguno en granjas avícolas. Sin embargo, esta situación puede cambiar rápidamente.
Por ello, es fundamental:
*Grupo Colaborativo Multidisciplinar para el Seguimiento Científico de la COVID-19 (GCMSC): Adelaida Sarukhan, Kateri Bertran, Julià Blanco, Magda Campins, Carles Brotons, Juana Díez, Mireia Sans, Quique Bassat, Josep M Miró, Silvia de Sanjosé.