Una activista de la vida, de la anestesiología y del Clínic. Intuitiva y visionaria, en un entorno en el que todavía no existía, ni se veía a venir, la "medicina centrada en el paciente", o la "atención perioperatoria personalizada", ella ya lo hacía. Fue una médica anestesióloga pionera en la superespecialización de la anestesiología. Supo prever la evolución de las técnicas quirúrgicas y se preparó para proporcionar la mejor técnica anestésica para cada nuevo procedimiento.
Fue la anestesióloga coordinadora del equipo inicial del trasplante hepático (primer trasplante en el Hospital Clínic el 16/06/1988) y pancreático (primer trasplante el 03/02/1983) y pionera en España. Su concepto de la especialidad y su inquietud intelectual le llevó a hacer equipo con cirujanos, hepatólogos y médicos de otras especialidades, con los que desarrolló proyectos de investigación clínicos y experimentación animal. Pilar fue una profesional de “equipo”, desprendida de todo personalismo y necesidad de reconocimiento. Extraordinaria docente, una "maestra", a su lado se aprendía no sólo a ser anestesiólogo sino médico en el sentido holístico de la profesión.
En este momento tan triste nos consideramos unos privilegiados de haberla conocido y beneficiarnos de su generosidad y dedicación personal. Ella se ha ido como siempre y como todo... a su modo, pero su filosofía de trabajo se ha quedado.