Con profunda tristeza despedimos a Nuria Martínez León, madre, esposa y amiga; y, sobre todo, una doctora excepcional, quien nos dejó el 7 de diciembre, pacíficamente, mientras dormía, a los 60 años.
Dedicó gran parte de su vida profesional al Institut Català de la Salut, donde dejó una huella imborrable en colegas y pacientes. Fue una persona de auténtica vocación: cercana, empática y generosa, de esas que se cruzan en tu camino y lo transforman.
Más allá de su carrera, Núria fue una compañera y madre profundamente dedicada. Amó con todo su corazón a sus tres hijos y los acompañó siempre con ternura, paciencia y sabiduría. Su legado perdurará en cada vida que tocó y, como ellos dicen, les enseñó a amar.
La recordaremos siempre con cariño, admiración y gratitud.
Gracias por tanto. Vuela alto, Núria.