Josep Vilar Bonet

Dr. Josep Vilar Bonet

1920-2013

El doctor José Vilar Bonet dedicó su carrera profesional a la gastroenterología. Fue médico de la cátedra del profesor Pedro Pons y, a partir de 1972, jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínico de Barcelona. Tuvo una profunda vocación de médico, una gran capacidad literaria y un gran interés por enseñar. Su figura representa un ejemplo de la medicina catalana más brillante del período que va de la guerra civil hasta el fin del siglo XX.

Dr. Miquel Bruguera i Cortada, expresidente del COMB

La muerte del Dr. Josep Vilar Bonet, el día de la Mercè de 2013, representa la desaparición de un ejemplo, y quizás uno de los últimos,  de la medicina catalana más brillante del período que va de la guerra civil hasta el fin del siglo XX. Para mí su muerte ha constituido la pérdida de una persona muy apreciada de la que aprendí muchas aspectos del oficio de médico que he tratado de aplicar a lo largo de mi vida profesional. Del Dr. Vilar Bonet yo admiraba su dedicación a los enfermos. Recordaba todos los detalles de sus historias clínicas, y los acompañaba personalmente a hacer los exámenes que precisaban para poder llegar al diagnóstico y también los acompañaba en el quirófano si tenían que ser operados. En estos casos no era nunca un espectador pasivo del acto quirúrgico, sino que intervenía activamente, colaborando con el cirujano para encontrar la estrategia quirúrgica más adecuada en cada caso.

El Dr. Vilar Bonet tenía además de una profunda vocación de médico, un gran interés por enseñar, y utilizar todas las vías para conseguirlo. Dando las clases sobre patología digestiva de la cátedra de Agustín Pedro Pons, escribiendo artículos y capítulos de libro y explicando a los médicos que le consultaban casos de pacientes complejos con prolijidad y claridad. No tenía un no para nadie, y podía detener lo que hacía para comentar un caso o simplemente mantener una conversación. Nunca daba la sensación de estar atrapado por el trabajo.

Cuando terminó la carrera en la Facultad de Medicina de Barcelona entró como médico de la cátedra del profesor Pedro Pons, quien apreció pronto las cualidades de Vilar Bonet, especialmente su laboriosidad, su buen orden mental y su capacidad para escribir, y lo nombró secretario general de su magna obra docente, el Tratado de patología Médica, en siete volúmenes, de los cuales el primero se dedicó a la patología del aparato digestivo, volumen en gran parte escrito o revisado por el Dr. Vilar Bonet. Quan 1972 se reformó el Hospital Clínic, que se organizó para servicios de especialidad, fue nombrado jefe del servicio de Gastroenterología, cargo que ocupó hasta el año 1990 cuando se jubiló. También había ganado la plaza de Profesor Titular de Medicina.

Vilar Bonet había nacido en Calonge, y toda su vida ejerció de calongí. Iba a Calonge casi todos los fines de semana, donde se ocupaba de la finca que le habían dejado sus padres a él ya su hermana. Cuando volvía a Barcelona le gustaba contar que había hecho un poco de campo. Se ocupaba de todos los calongenses que se ponían enfermos. Si era necesario les hacía bajar a Barcelona y los acompañaba a visitar a los especialistas que hubieran menester para resolver su problema de salud. El Dr. Vilar Bonet daba a sus enfermos una gran sensación de seguridad, porque dejaba entender que sabía qué les pasaba y que tenía recursos para resolver el problema que tenían. La jubilación conllevó al Dr. Vilar Bonet un problema de adaptación, como sucede a menudo en las personas muy activas y muy centradas con el trabajo. Con la ayuda de su mujer Francine, descubrió en sí mismo una faceta de memorialista, y se dedicó a redactar unas memorias de su vida de estudiante, de médico y de calongí, Recordança (2008 ), Pàgines viscudes ( 2009) y para lo cual le ayuda a su memoria prodigiosa, su tenacidad y su capacidad literaria. Estos volúmenes son indispensables para los que quieran conocer cómo era la medicina, especialmente la práctica de la Gastroenterología, antes de disponer de la endoscopia y los métodos de imagen sofisticados que tenemos ahora, y su enseñanza en Catalunya desde la finalización de la guerra civil hasta el tiempo de la transición democrática.

El Dr. Vilar Bonet nos ha dejado a los 92 años, después de una vida fructífera, que ha aportado beneficios notables a sus enfermos y a sus discípulos, y ha aportado distracción a los que han tenido acceso a su obra literaria. Ha sido uno de los grandes médicos que ha dado a nuestro país, y por eso debe ser recordado con admiración y respeto.