El doctor Ramon Vidal nos dejó el pasado 16 de julio.
Nacido en Terrassa en una familia tradicional y muy querida, profesionalmente orientada al mundo económico, empresarial y jurídico, desde muy joven Ramon optó por seguir otro camino y con gran ilusión y profunda vocación estudió Medicina. Se especializó en Pediatría en el Hospital de Sant Llàtzer de Terrassa donde trabajó primero y, posteriormente, en el actual Consorcio Sanitario de Terrassa, de donde se jubiló en 2019. También ejerció en el ámbito privado en su consulta, de la que se jubiló en 2023.
Lo que caracterizó a Ramon es su gran humanidad y una generosa humildad mayor aún, luchando siempre desde la justicia y junto a los enfermos pequeños menos favorecidos y vulnerables. Nada le daba miedo decir o hacer si eso significaba un bien para los pacientes y las familias. Todo un ejemplo, digno de agradecimiento, como así hacían muchas familias, ya seguir por quienes hemos ejercido y amado la Medicina.
A su lado siempre tuvo a su esposa, Beta, que supo comprender, respetar y le permitió dedicar horas y horas al estudio y trabajo médico. Sus tres queridos hijos, Josep, Ramon y Sergi, también aprendieron de pequeños que Ramón padre era a la vez indiscutiblemente el doctor Vidal.
El doctor Vidal no se dedicó sólo a atender de manera muy cercana, con cuidado y cariño a los niños “sin enfermedad” y sus familias, sino que consciente de que necesitaba saber más se superespecializó en Neuropediatría. Lo hizo en el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat - Barcelona, con el que mantuvo el contacto hasta el último momento, incluso ya jubilado, para que se le pudiera consultar los casos más difíciles que se presentaran e intentar encontrar una solución. Profundizaba la clínica hasta el agotamiento para obtener un diagnóstico y con éste la esperanza a menudo “desesperada” de un posible tratamiento.
Estudioso incansable y cuidadoso con los enfermos neurológicos de más difícil diagnóstico, ya menudo sin poder dar el nombre de la enfermedad, presentó después de ocho años de trabajo intenso y silencioso su tesis doctoral, el 2 de octubre de 2001, en la Universidad de Barcelona con resultado de excelente “Cum Laude”. El título lo dice todo y, sin apenas querer, el doctor Vidal fue un precursor de la actual inteligencia artificial: Retraso psicomotor durante el primer año de vida: Sistema informático para su estudio etiológico, orientado especialmente a los errores congénitos del metabolismo.
A Ramón no le gustaba destacar, sonreía siempre y era muy modesto, amigo de sus amigos, llevándolos al corazón, sin decirlo, si no era necesario.
Una enfermedad primero silenciosa le sorprendió, la estudió a fondo y era grave. La enfermedad le venció, pero él mantuvo la serenidad y hasta que nos dejó, muy tristemente para todos los que le hemos amado.
Muchas familias y enfermos te añoran, te recuerdan y te llevan al corazón. Dejas una huella de maestría grande en el mundo de la Pediatría y la Neuropediatría.
Gracias, gracias infinitas por tu ejemplo. Descansa en paz, Ramon, doctor Vidal.