Carlota Basil

Carlota Basil i Almirall

(1953-2016)

Carlota Basil murió en el hospital el 13 de Junio, a los 62 años. Era especialista en obstetricia y ginecología en el Hospital del Mar, responsable de la sala de hospitalización de este servicio, y una persona muy apreciada por sus compañeros de especialidad. Las personas como ella, con elevados ideales de justicia y equidad, hacen que funcionen y progresen los comités hospitalarios relacionados directamente con la seguridad del enfermo. No podremos sustituir esta doctora sensible, entregada a sus enfermas y dotada de un alto espíritu crítico, necesario para apoyar las medidas más adecuadas para resolver los problemas del día a día en los hospitales. Echaremos de menos su impresionante energía para defender lo que es mejor para el enfermo.

Mercè López Soques. Banc de Sang, Hospital del Mar

Carlota Basil murió en el hospital el 13 de Junio, a los 62 años. Era especialista en obstetricia y ginecología en el Hospital del Mar, responsable de la sala de hospitalización de este servicio, y una persona muy apreciada por sus compañeros de especialidad. También el apreciábamos mucho los médicos consultores de otros servicios clínicos del hospital, con quien se relacionaba con frecuencia buscando la mejor atención posible para sus enfermas.

Su energía le permitía también fue la secretaria del Comité de Transfusión, tarea que desarrolló continuamente y de la que se sentía especialmente orgullosa. Es un hecho objetivo que, gracias a su voto y su posicionamiento enérgico, el Comité pudo introducir en el Hospital del Mar, en el año 2002, la colocación de un brazalete para identificar los enfermos que debían ser transfundidos y prevenir así un gran número de posibles accidentes transfusionales.

Las personas como ella, con elevados ideales de justicia y equidad, hacen que funcionen y progresen los comités hospitalarios relacionados directamente con la seguridad del enfermo. Carlota desarrolló también otra actividad en este sentido: la creación de una "Clínica del hierro" para tratar, por vía endovenosa, la anemia ferropénica que tan a menudo presentan las mujeres en edad fértil, un tratamiento que no se puede administrar en el ambulatorio y que ha representado un gran avance en relación con el tratamiento convencional.

No podremos sustituir esta doctora sensible, entregada a sus enfermas y dotada de un alto espíritu crítico, necesario para apoyar las medidas más adecuadas para resolver los problemas del día a día en los hospitales. Echaremos de menos su impresionante energía para defender lo que es mejor para el enfermo.