Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona (1951).
En el Hospital Clínico es donde hizo el internado de Pediatría, donde la cátedra lo ostentaba el profesor Rafael Ramos. Fue miembro de la Sociedad Catalana de Pediatría y socio fundador de la Academia de Historia de la Medicina.
Un hombre afortunado que ha vivido 94 años de plenitud y rodeado del amor de sus hijos, 19 nietos y 2 biznietos. A su madre, Pilar, a la que adoraba, le dedicó el escrito Oración apasionada por la muerte de mi madre. Tanto su madre como su esposa, María Rosa Cuixart Tàpies, le dieron todo su apoyo para que pudiera desarrollar su carrera profesional.
Maria Rosa ha estado a su lado desde que se comprometieron hasta el último día de su vida, de manera incondicional. Juntos formaron una gran familia. Cinco de sus ocho hijos han seguido la huella de su padre en el ámbito de la medicina, dos de ellos son pediatras.
La pediatría fue su desbordante vocación, deber y inmensa satisfacción. Ejerció durante 50 años con una entrega absoluta, liderando un equipo de pediatría privada y extrahospitalaria, que tuvo mucha relevancia en la ciudad de Barcelona, ??en los años 80-90. Son miles las familias que confiaron en el doctor Brotons. Iban al despacho para que atendiera el más preciado, sus hijos. Su compromiso con las familias, ojo clínico y simpatía hizo que pasaran por su consulta de la calle Balmes hasta dos generaciones de una misma familia.
Gran aficionado al fútbol, ??al cine, a los toros y en la literatura. En su domicilio creó una biblioteca, con libros de todo tipo con especial interés por los de la Guerra Civil.
Escribir fue otra de sus grandes pasiones. A raíz de un viaje, con motivo de un Congreso Internacional de Pediatría, escribió El niño en la URSS (1967).
También fue autor de numerosas separatas, entre las cuales: Un caso de rabia en la Infancia, Últimas noticias sobre Jerónimo Soriano, Diarrea miedo Escherichia coli, Proclama a la Juventud, Neo-puericultura: Hacia una nueva Pediatría y Puericultura o Difteria maligna, entre otros.
Escribió más de cien cartas "taquicárdicas", como él decía, muchas de las cuales publicadas en varios diarios, todas con un estilo breve e intenso, atento a la actualidad del momento y siempre con referencia a la pediatría social y al niño universal como bandera.