Muy a menudo los pacientes tienen que decidir entre dos o más opciones para hacer frente a un proceso clínico, o sencillamente para elegir entre tomar estatinas o no hacerlo. Entonces viene el momento aquel de "Oiga, si fuera su madre, usted qué haría?". Y, en este punto, el profesional de la salud se siente autorizado para adoptar la actitud paternal que el paciente le reclama. Pero esto es contrario al cambio de los tiempos, el reconocimiento de la autonomía de los individuos y en la necesidad de un modelo de relación más participativo y deliberativo.