Ana Bogdanovich

Ana Bogdanovich

(1951-2025)

Una vida dedicada al cuidado genuino y al progreso silencioso de la anestesiología.

Antonio Ojeda y Luis Alfonso Moreno, Servicio de Anestesiología del Hospital Clínic.

El pasado 12 de junio nos dejó la doctora Ana Bogdanovich, anestesióloga de trayectoria impecable, compañera entrañable y profesional profundamente respetada. Su marcha no sólo representa una pérdida para la anestesiología, sino también para todas las personas que aprendimos de ella, o trabajamos o compartimos camino con ella.

Ana fue una de las grandes impulsoras de la Unidad de Dolor Agudo, cuando todavía no era habitual pensar en el dolor como una dimensión que debía abordarse con rigor, método y empatía. Su implicación fue decisiva en la puesta en marcha de una unidad que, con los años, se convertiría en parte esencial del cuidado postoperatorio. Sin necesidad de protagonismo, ayudó a transformar actitudes, convencida de que aliviar el sufrimiento era una obligación ética inseparable del acto anestésico.

Ana reunía virtudes que no se enseñan en ningún manual: la honestidad, la integridad sin fisuras, la templanza ante la dificultad y la capacidad de mantener el juicio claro sin perder a la humanidad. No necesitaba levantar la voz para que se la escuchara, bastaba con la mirada clara y la manera de estar para generar confianza en los momentos complejos.

Quienes la conocimos guardamos el recuerdo de una compañera generosa, con un gran sentido del deber y una forma de estar que dignificaba su entorno. En este momento de tristeza, celebramos su vida y su legado. Su forma de entender la medicina, basada en el compromiso, la honestidad y el respeto, seguirá inspirando a futuras generaciones.

Hasta siempre, querida Anna.