“Parlem de tu, però no pas amb pena.
Senzillament parlem de tu, de com ens vas deixar,
del sofriment lentíssim que va anar marfonent-te,
de les teves coses parlem i també dels teus gustos,
del que estimaves i el que no estimaves, del que feies i deies i senties;
de tu parlem, però no pas amb pena.
I a poc a poc esdevindràs tan nostre que no caldrà ni que parlem de tu per recordar-te;
a poc a poc seràs un gest, un mot, un gust, una mirada que flueix sense dir-lo ni pensar-lo.”
Miquel Martí i Pol
El 17 de mayo de 2019 nos dejó, demasiado pronto, nuestra amiga y compañera Vanesa Cuadrado Claramonte, excelente oftalmóloga del Instituto Catalán de Retina (ICR) y directora Médica de la Clínica Bonanova de Cirugía Ocular.
Nació en Barcelona el 10 de septiembre de 1976. Se licenció en Medicina y Cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona en 2001.
Tuvimos la suerte de coincidir con ella en el ICR prácticamente desde los inicios de su gran carrera profesional, desgraciadamente corta, pero ejemplar. La Vanesa creció académicamente y profesionalmente con nosotros. En el año 2004 comenzó con nosotros su formación como médico residente en Oftalmología en el Instituto Catalán de Retina. Posteriormente y también en nuestro centro, realizó el Master en Cirugía Oculoplástica, Órbita y vías lagrimales, consolidando su vocación por esta especialidad cuando fue incorporada como médico adjunto del Departamento de Órbita y Oculoplástica del ICR.
Fue asumiendo cargos importados de responsabilidad en el ICR, aceptando el reto de ejercer de jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital de Vilanova. Finalmente, y avalada por su trayectoria y valía profesional, la nombramos directora médica de la Clínica Bonanova de Cirugía Ocular.
Vanesa era una persona cercana, muy accesible, de trato encantador, amante de su familia, de sus amigos, de su profesión y de la especialidad, lo que hacía que sus pacientes la amasen.
Vanesa ejercía la profesión con vocación, profesionalidad y compromiso, con una clara entrega a sus pacientes, que siempre la recordarán como una oftalmóloga accesible, preparada, humilde y empática. Los trataba con gran estima y cercanía, y estaba siempre disponible, tanto para ellos como para sus compañeros. Así te recordaremos también nosotros. Para todos los compañeros del ICR, tu legado nos servirá de guía y tu manera de hacer, de estar, de tratar con todo el personal de la casa y con los pacientes nos hará de ejemplo.
Persona de mirada dulce, fue fiel a sus principios y luchar por todo lo que quería hasta conseguirlo. Vanesa era, por encima de todo, una muy buena persona.
Descansa en paz.