El pasado 21 de mayo, nos dejó nuestra amiga y compañera Rosa María Viñas Trullàs, directora médica de la Clínica Bonanova de Cirugía Ocular, oftalmóloga del Instituto Catalán de Retina y coordinadora del proyecto solidario internacional en Chad de la Fundación Ramon Martí y Bonet contra la ceguera, fundación de la que era vocal del Patronato ya la que se sentía especialmente vinculada.
La Dra. Viñas se licenció en Medicina y Cirugía en 1978 en la Universidad de Barcelona, ??donde también se especializó en oftalmología. Durante los primeros años de especialidad ejerció en diferentes centros de Terrassa y Manresa.
Desde el año 2000 hasta la actualidad, se integró al equipo médico del Instituto Catalán de Retina y fue directora médica de la Clínica Bonanova de Cirugía Ocular.
En 2009, motivada por la inquietud investigadora y con la voluntad de ayudar y mejorar la calidad de vida de los pacientes con baja visión, desarrolló el proyecto de investigación "Evaluación de la eficacia de la implantacion de un telescopio intraocular con doble lente en pacientes con afectación macular ".
En 2008, se creó la Fundación Ramon Martí i Bonet contra la ceguera, y la Dra. Viñas se implicó desde un principio, aportando su gran experiencia como oftalmóloga y su vocación altruista.
La Dra. Viñas siempre tuvo la necesidad y las ganas de ayudar a los demás, de dar servicio y de mejorar nuestra sociedad. Además de ser una persona carismática, siempre destacó su empuje para llevar a cabo proyectos de gran envergadura.
Hace un par de años, la doctora asumió la coordinación del proyecto "Visión para todos en el Chad", país al que viajó para visitar y diagnosticar pacientes con problemas de visión, coordinando la implantación de una óptica solidaria y equipando los espacios médicos con los aparatos necesarios para ofrecer servicios oftalmológicos al Complejo Hospital-Universitaire Le Bon Samaritain de la capital Yamena. Además, la Dra. Viñas coordinó los programas de formación en Barcelona de un médico y de dos enfermeros de Chad, para poder dar continuidad al proyecto con profesionales locales que atienden a todas aquellas personas en situación de vulnerabilidad debido a sus dificultades visuales.
Este año, la Dra. Viñas pudo hacer realidad uno de los objetivos principales del proyecto, que era inaugurar un quirófano en Chad con la colaboración de profesionales de la oftalmología de Barcelona, ??con el fin de poder tratar pacientes con ceguera evitable en este país.
Gracias al trabajo desinteresado que la doctora realizó en la Fundación, el proyecto "Visión para todos en el Chad" está siendo un éxito y sigue ayudando a un gran número de personas que padecen problemas visuales en ese país, mejorando su calidad de vida y reduciendo la discapacidad por ceguera.
Rosa, echaremos de menos tu empuje, energía y generosidad. Tu aportación a la Fundación, ha sido admirable y nos ha mostrado su vertiente más humana y altruista. Seguiremos tu proyecto, tal y como a ti te gustaría. Siempre ocuparás un espacio en nuestros recuerdos más queridos. Descansa en paz.
Ramon Martí i Bonet,
presidente del Instituto Catalán de Retina
Ignasi Jürgens i Mestre,
director Médico del Instituto Catalán de Retina
De la memoria, haremos recuerdo de la Dra. Rosa Maria Viñas Trullás
Excelente profesional de la oftalmología que destacó en el campo asistencial y en la dirección y organización como Directora de la Clínica Bonanova de Cirugía Ocular, que puso en marcha e hizo crecer como centro de referencia de cirugía ocular.
Sobresalió no sólo por sus buenos medios materiales, sino por su ayuda continuada a los profesionales que siempre se sintieron acompañados por su buena traza y eficacia.
Sus capacidades no quedar reducidas a la vertiente asistencial. Afrontó como un reto la investigación aplicada al campo de la cirugía ocular innovadora y en la ayuda visual quirúrgica de las afecciones maculares, y con tenacidad llevó a cabo una tesina doctoral de contenido eminentemente practico quirúrgico.
La Rosa Maria Viñas comprometida, la encontramos en la Fundación Ramon Martí i Bonet contra la ceguera que ella se tomaba como una auténtica obligación. En su último proyecto hizo llegar hasta el Chad la buena colaboración entre los profesionales del ámbito médico, óptico y de enfermería.
Su gran capacidad organizativa se puso al servicio de lo que es más urgente y necesario; en esta colaboración que, a día de hoy, hace crecer la gente del Hospital de Le Bon Samaritain en cuanto al conocimiento como la utilización de los recursos puestos a su servicio.
Qué decir de su convicción para favorecer la solidaridad con la implicación de músicos, pintores, escultores, fotógrafos, etc. que con su persuasión llevó hasta una causa noble planteada para implicar a todos en el proyecto de la Fundación.
Ahora que hemos repasado su trayectoria en la memoria, quisiera invocar el recuerdo de una mujer fuerte, afable, comprensiva, siempre dispuesta a escuchar. Qué es de extrañar esto hoy en día, escuchar a los demás, no lo que halaga, sino lo que realmente uno piensa y escuchar lo que se quiere decir y cómo lo quiere decir. Siempre de la conversación, salía un consejo que venía de la experiencia. Este don que tenía la Rosa María, la hacía accesible para todos, comprensiva con todo el mundo y amiga de todos.
La familia, la profesión, la acción social, la relación interpersonal son inseparables de la mujer fuerte, valiente, atrevida. Inseparables de una personalidad que no dejaba indiferente a nadie, sino que provocaba siempre complicidad.
La Rosa María lo llevó a cabo desde su yo más profundo, siendo ella misma, volcada en un proyecto de vida con los demás y para los demás. Y eso, seguro que lo consiguió, queremos dar testimonio y, por ello, desde la memoria hacemos recuerdo para siempre.
Salvador Bofill Querol