Josep Pla hacía una clara distinción entre amigos, conocidos y saludados. Con el amigo Amat nos conocimos en la Facultad de Medicina de la UB, cursando la Licenciatura (promoción de 1962). En el transcurso de la carrera fue fácil, en función de ciertas afinidades, saltarse el estatus de "saludados" de manera casi automática y plantarse en el de "conocidos" por una larga temporada. El doctor Palou se formó como pediatra (especialmente, en endocrinología pediátrica) y, como tal, trabajó en el Hospital de San Juan de Dios, de donde fue director médico y, posteriormente, siguiendo en la línea de la gestión, ejerció la dirección médica de la Fundación Puigvert y, finalmente, del Hospital de la Cruz Roja de L'Hospitalet.
El salto del estatus de "conocidos" en el "de amigos" comenzó en 2006, cuando Amat se incorporó a la Comisión de Deontología del CoMB, de la que yo ya formaba parte, y se consolidó en el periodo 2014-2018, en el que yo era el presidente y él el secretario. Hasta entonces, yo había conocido el compañero; después, conocí la persona.
Y la persona resultó ser un hombre bueno, un profesional comprometido, cargado de humanidad y de sentido común, y un amigo leal. Su traspaso nos ha dejado, a aquellos que el anzuelo tenido como amigo, un vacío difícil de llenar. Descansa en paz.